Luego de un torneo de adaptación a los Tigres, el volante extremo francés Florian Thauvin está viviendo en el Clausura 2022 su mejor momento en el futbol mexicano, pero la situación hubiera sido distinta ya que para llegar a la Liga MX debió rechazar la oferta de club un histórico de Italia y de Europa.

Un factor clave para que francés campeón del mundo en Rusia 2018 viniera a jugar al futbol mexicano con Tigres fue André-Pierre Gignac. Así lo recuerda el mismo Florian Thauvin. "Dedé me envía un mensaje durante la noche y me dice que lo llame cuando me despierte. Sospechaba que quería hablar conmigo sobre eso, pero no estaba seguro. Cuando me despierto, lo llamo enseguida porque eso es lo que quería que me dijera. Que me diga que el club me quiere y que vengo".

Florian Thauvin hizo su debut en la primera división francesa con el Bastia en la temporada 2012-13 y en la 2013-14 pasó al Olympique de Marsella club en el que concidió con André-Pierre Gignac. En la campañara 2016-17 tuvo un paso irrelevante en la Premier League con el Newcastle United y volvió al club marsellés y ahí fue contactado por el club italiano, pero Gignac fue decisivo para que fichara por Tigres.

En un programa de Canal + de Francia, Florian Thauvin recordó "que mi esposa estaba en la habitación de mi hijo preparándolo para el día y voy a verla y le digo que tenía a Dedé al teléfono, que su club en México me quiere y yo quiero ir allá. Me dijo que me calmara, que estaba lejos. Mi futuro era estar en el AC Milan, pero tomó tiempo porque no sabían su presupuesto para la próxima temporada. No sabían si iban a estar en la Liga de Campeones. Tenían importantes jugadores para extender. Me pidieron tiempo. Llegó abril y no quería esperar más".

¿Cómo convenció Gignac a Tahuvin de venir a México?

André-Pierre Gignac reveló que invirtió casi un mes en hacer labor de convencimiento para que Florian Thauvin viniera a Tigres. "Recibí una llamada de mis gerentes diciéndome que hiciera lo necesario para contactar a Flo y convencerlo de hablar con ellos y para ver si había alguna posibilidad de que viniera. Le dije a mis entrenadores que si lo querían era un jugador libre que valía 30 millones de euros en Transfermarkt, 28 años, internacional, campeón del mundo. Por supuesto, tienen que pagar el precio. Me costó tres semanas de mi vida, todos los días al teléfono, para enviarle fotos de la ciudad, del estadio", contó el goleador.